El cielo quiere regar las sequías

Que fueron proporcionadas por muchos días

De un calor bravío e inclemente,

Ahora, llora. Pintado de grises brutalmente

Mientras que choca en lluvia, haciendo sinfonía.

El cielo azul se cubrió por un manto

De nubes enfurecidas con su quebranto,

Formando ríos por sorpresa.

Así de sabia se torna la naturaleza

Que denotan el cambio de estación con destreza

Y por eso las nubes, comienzan a entonar su llanto.

Mientras los humanos pegamos ese salto

De vernos desvestidos por el calor, a ponernos las botas.

Una melancolía que les empapa, en los rostros denotas.

Despidiendo un verano de fuego introducido en asfalto.

El termómetro desciende brutalmente

Guarda en su bolsillo el sol ¡el delincuente!

Para hacernos entender que brevemente

El otoño en nada… se hace presente.

25 comentarios en “Aguacero

  1. Protesto con virulencia ante la propuesta de prolongar este verano inclemente envuelto en sudores.
    Dejad que venga de la mano de la melancolía este Otoño tiñendo de las tardes el ocaso con rojizps colores.
    Ya tuvisteis vuestro plazo, y no fue corto, de lucir esos cuerpazos embutidos en shortos y/o recortados por biquinis escasos.
    Acude y trae sus brazos cargados con jerseys lanares para que al fin podamos relajar un poco los abdominales.
    ¿O es que pretendeís ninfas de ojos claros y cabellos rubios privarme del placer escaso que me proporciona sacar unas cuantas fotos?
    Hale ya me callo, pero que sepaís que hasta que no lleguen los primeros temporales no se podrán comer ni ostras, ni percebes, ni tristes mejillones y estaremos todos alientados a base de Tofu.
    Un montón de besos.

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