La niña llora

La niña llora con sus ojitos hoy grises pues otros días no se sienten nublados, llora desconsolada y su iris azul se perdió entre ríos que forma en su lamento. Llora precipitando calles y personas que no saben reaccionar ante el desconsuelo. El aire trata de susurrar en sus mejillas mientras que tumba árboles hasta lograr alcanzarla. Como si lloviese… la pena se vuelve melancólica, los inmensos charcos de la calle comienzan a dibujar nuevas ciudades, los lagos se nutren de sus lloros y las sequías se sienten nuevamente nutridas. Tiembla la niña entre escalofríos que dejan copos de nieve por su paso, pintando los paisajes de color blanco.

Las personas que no entienden no soportan su rabieta, se envuelven en capas para evitar esas lágrimas tan necesarias que Diana proporciona necesariamente. Otros si ven el encanto de su tristeza y arramplan los trineos o saltan en los charcos con sus botas de agua. Otro día Diana… no llorará, pero hasta que se calme y se desahogue recuerda que solo tú puedes sacar tú propio sol, ese que te acompaña cada día.

 

En un día como hoy…

En un día como hoy destemplado y frío podría hacer muchas cosas, ponerme la manta con la otra manta, con la otra manta y la otra manta y pasarme así la tarde entera. Pero claro; entras en aquello que un día creaste con cariño, esas redes que te mueven en tus aspectos de la vida donde compartes un poco tus pensamientos y tu día a día y finalizando prácticamente febrero… te das cuenta en que por el blog ya somos 2601 fantásticos que aguantáis a esta loca despeinada. Donde yo también disfruto de vosotros 🙂

En un día como hoy donde asomo a la ventana y nieva entre los grises… me doy cuenta en que en el instagram hasta el día 7 no haría 10 meses pero ya hemos superado la cifra de los 3150 seguidores con un arsenal de fotografías de más de 900.

https://www.instagram.com/silviasalafrancas/

 

En un día como hoy llevo 3 días emprendiendo nuevas cosas, lo sé no paro. Me es imposible por más que lo intento jajaja me he metido en Herbalife y estoy más que contenta ( solo llevo 3 batidos y aunque mi motivo no es adelgazar esta nueva alimentación saludable me da las vitaminas necesarias para daros mucha guerra) por todas las oportunidades que me da entre otras convertirme en una asesora de salud, con la responsabilidad que representa.

En un día como hoy el canal de youtube silvia salafranca con más de 2620 seguidores no verá vídeos subidos hasta finales de mayo si no hay nuevos acontecimientos ( desgraciadamente quien conozca el canal sabrá de sobra como es pero no nos dejan subir vídeos y como hoy no puedo compartiros las sonrisas os pongo otras que me proporcionáis cada día con vuestro cariño.

https://www.youtube.com/channel/UCj-F_amFJoTaOGsKjMNOPGQ

 

En facebook me siento arropada por 2666 personas que están a mi lado y me dejan estar al suyo diariamente.

https://es-la.facebook.com/silvia.salafrancasilverio

 

En twitter hemos superado los 3950 seguidores y ya no sé que me estoy pudiendo dejar atrás si me he despistado con algo disculparme :-*

No sé como lo hago cada día porque no me quedo en casa, ojalá pudiera (de ahí lo nuevo emprendido) pero toca trabajar, y cada día más de la cuenta, pero se hace con todo el corazón 🙂 la esencia principal de mi persona.

TENGO QUE DAROS LAS GRACIAS A TODOS POR ACOMPAÑARME CADA DÍA POR SER PARTE DE MI VIDA Y POR TODO EL CARIÑO RECIBIDO, MIL GRACIAS !!! Y AHORA A SACAR UN ARCOIRIS A LOS GRISES, YO OS DEJO UN ABRAZO BIEN CALUROSO 🙂 MUASHHHHHH.

Los ojos del demonio 8

De nuevo me colé entre las entradas de mi madre para dejaros la octava parte de Los ojos del demonio 😉 Un abrazo a todos y espero que os guste!!!!

Cada uno tenía un personaje, yo interpretaba a un chico tímido cuya prometida se moría de cáncer. En la escena salía una enfermera, los padres de la chica, el hombre, la propia mujer, un doctor, dos amigas de la infancia de la enferma y su hermano pequeño. Ella debía parecer alegre con algún destello de tristeza. El ambiente estaría cargado, todos hablábamos tartamudeando, para despedirla y tratando de esconder el dolor de la pérdida inminente bajo sutiles sonrisas forzadas. Es decir, todo un drama.

Pero mi cabeza seguía en aquella estúpida melodía, en sus notas y en el teclado del piano, la suave luz que entraba por la ventana e incluso en mis manos moviéndose mientras mis lágrimas estaban a punto de escapar de mis ojos. ¿Qué habría pasado con mis padres? ¿Estarían bien? Añoraba esos tranquilos momentos que pasé en mi pequeña casa, con mis torpes amigos y sus bromas pesadas.

-Todo se solucionará… Seguro que todo acabará bien. No sabía si me lo decía a mí mismo o solo actuaba. Pero todos parecían haberse sorprendido con mi expresión. Todo lo que había guardado bajo llave acababa de escapar. Tampoco tenía que ocultarlo, estaba actuando, ¿no? Las lágrimas resbalaron por mis mejillas.- ¿Te rendirás sin más? Sentía todos los ojos puestos en mí, cuando me respondieron, devolviéndome a la realidad.

-¿Tú lo harás? Me pareció que la pregunta me la hacía directamente a mí y yo me tragué mis lágrimas, tomando la mano de la chica que acababa de sacarme del abismo sin saberlo. -Yo no me rendí… Admito que actuaba de maravilla. Me quedé algo atontado al verla, tirada en el suelo y mirando angustiada, pero con cierta dulzura, a cada uno de nosotros.

-Lo hiciste. No te recuperaste.

Ella añadió la frase más indicada para hacer que todos se contagiasen de nuestros sentimientos y ya era incapaz de diferenciar cuáles me pertenecían y cuales solo eran parte de aquella escena. – Lo siento. No cumplí la promesa.

-¿Qué promesa? Pregunté algo intrigado por la situación que había acabado de tragarme completamente.

-La de estar juntos siempre…

Ahí me dí la vuelta, quería ver el rostro de Cristopher. También me cargué el ambiente y todos perdimos el hilo de la historia. Pero sus ojos se habían cubierto de lágrimas y aplaudía nervioso.

Cuando me quise dar cuenta había llegado el preciado descanso y mis pies me condujeron hasta una de las aulas de música abandonadas. Todo parecía estar cubierto de polvo y sin embargo no me costó diferenciar una batería, un par de guitarras estropeadas y tres viejos pianos cubiertos con trozos de tela que amenazaban con el completo abandono.

Destapé los pianos, comprobando que les faltaban teclas o simplemente habían dejado de sonar como debían. Pero nada que no se pudiese solucionar. Coloqué las teclas usadas de los otros dos pianos y reuní todo cuanto faltaba en uno. El abandono que tanto había durado por la gruesa capa de polvo que los cubría desaparecía cuando tocaba cada tecla, comprobando que todo estaba correctamente.

¿Por qué me había obsesionado tanto con aquella canción? ¿De qué me resultaba tan familiar? La situación era similar a la de la sala de mi casa. A penas entraba luz, solo lo justo para diferenciar las teclas en la oscuridad. No había reparado en la belleza de aquel piano negro, iluminado con la débil luz que entraba colándose entre las cortinas rojas que cubrían las ventanas. Y en un impulso empecé a tocar, con cierta torpeza y tropezando con las teclas, la música que me había desconcertado durante todo el día.

Aquello parecía tomar forma y cada vez me resultaba más fácil reproducirla. Una tras otra, repetía sin descanso la melodía hasta que sentí como desgarraba algo mi espalda, haciéndome caer al suelo por el dolor. Pero allí no había nadie, y, a pesar de que aún sentía ese espantoso dolor, tampoco tenía herida alguna. ¿Habrá sido mi imaginación? me pregunté ami mismo. Pero aquello era demasiado real. Entonces recordé el abrazo de la muerte y cómo trató de aferrarse a mi piel cuando vio que lograba escapar.

Pero ese no fue el único recuerdo que regresó a mi mente. Había algo más, pero estaba borroso y el tratar de concentrarme me empezó a producir un fuerte dolor de cabeza.

Sin embargo, volví a sentarme frente al teclado y con las imágenes borrosas aún revoloteando en mi mente, continué repitiendo una tras otra las notas.

Mi padre… él estaba frente a un piano… mi madre parecía molesta, creo que le pedía que dejase de tocar el piano. Yo estaba con ellos, entonces mi madre se agachaba tapando sus oídos y me decía – No hagas caso a tu padre, esto no te hará falta… estás a salvo.

Algo me alarma. Creo que son sus palabras lo que me obligan a detenerme, pero hay algo más. No solo es el darme cuenta de que ellos estaban preocupados sobre un peligro que yo desconocía, también era el reconocer, por fin, de qué me sonaba aquella misteriosa música, quién la había tocado anteriormente: Mi padre.

La llamada

Timbre en teléfono sonado

Móvil sin tono, vibrado,

Y en suplicio esperarla se convierte

Cuando estando lejos tu voz es quererte.

Al oírte imaginarte es verte

Invade tu llamada, que es mi suerte

Al escucharte tu voz en mi advierte,

Que estando lejos… dejaste de ser fuerte.

Pues el trabajo nos mantiene separados

Tus labios me hablan con tonos susurrados

De querer tenerme, yo tocarte, olerte…

 Que te beba a sorbos, te coma a bocados.

Por ahora… seguiré pendiente de un objeto

Para que la distancia en llamada, vuelva a dar su tono.

Un móvil que sonando, me llena por completo

Un hombre con brazo pegado al interfono,

El conformismo de un amor escueto.

Ya hoy tu llamada es diferente

Pues en avión a mi estas llegando,

Lágrimas brotaran al verte

Pues llevo mucho, añorando

Y no te iras de nuevo, cuando te sujete.

Los ojos del demonio 7

Hola a todos! De nuevo me colé por aquí para dejaros la séptima parte y espero que es guste!!! 

Aún estaba molesto por la idea de que Yumi no me hubiese contado que tenía un hermano. Aún era temprano y el pensar que a penas debía moverme para estar en la academia era bastante agradable. Yumi tenía un apartamento construido sobre cada academia que la permitían supervisar cada detalle, y la entrada se encontraba ascendiendo por unas escaleras que habían en la parte posterior del imponente edificio, dentro de un invernadero de cristal bien cuidado donde tenía sus preciadas plantas.

Me encerré en mi cuarto y me cambié rápidamente para salir escopetado hacia la academia. Pero al descender las escaleras me encontré a un grupo que debían de constituir el club de los adornos florales.

La directora les dio su aprobación con la condición de que cuidasen de las plantas cuando ella se ausentara y su trabajo era excelente.

Les observé brevemente, todos concentrados en sus quehaceres. No tardaron tampoco en darse cuenta de mi presencia, por lo que no tardé en salir y dirigirme a mis clases de teatro. No me agradan esas clases. Teníamos un profesor que siempre llevaba unas mallas muy coloridas, esta vez moradas, y su personalidad no mejoraba su falta de sentido del estilo.

Con cuatro pelos que trataban de esconder, sin mucho éxito, su calva y dos ojos muy pequeños y grises que resultaban realmente aterradores cuando te miraba fijamente, por su expresión de euforia; junto a que los solía tener hinchados y enrojecidos, dándole aspecto de estar enfermo.

A todos sus alumnos se dirigía como tío, colega o hermano y a algunos profesores como cari. Su voz era extremadamente aguda y chillona, siempre vocalizando con demasiado énfasis las palabras y alargando mucho las «r». No era capaz de aguantar concentrado a todas sus teorías aunque gracias a las exigencias de Yumi era capaz de manejar la situación sin mucho esfuerzo, aunque la improvisación no era mi punto fuerte.

-¿Alguno de vosotros sabría llorarrr? Quiero verr la tristeza en vuestros rrrostros… Bajé la mirada, tratando de no hacer contacto visual con él, pero no tardó en llamarme junto a otras ocho personas. Creo recordar que se llamaba Cristopher y que era europeo, a pesar de que terminó sus estudios aquí.

Personalidades Dere :-)

Vaya tarde más locaaaaaaaa !!! pero llena de nuevos proyectos y estoy súper encantada ya os contaré 😉 por otro lado como sabéis los miércoles para alegrar la mitad de la semanita no podía fallar sin poner el toquecito de sonrisas y van con todo el cariño como siempre. ESPERO QUE OS GUSTE Y SINO… MUTE Y DEJAR CORRER EL VÍDEO 🙂  vamos a por el resto de semana con energías.

OS REQUIERO MIS LINDURAS FELIZ MIÉRCOLES.

La empresa es mía. by Silvia Salafranca

Voy con otra actividad del genial taller de escritura espero que os guste mi aportación 🙂 feliz tarde AMORES !!!

Masticadores

8dc1771104ce44e6b904cf6c69cc6229

Aquella noche marcaba un antes y un después en mi vida y en todo lo que se cruzase en mi camino. Nos encontrábamos en la cena de gala benéfica de la empresa, donde por herencia  poseía la mayoría de acciones y me encontraba a unos días de adquirir mi nuevo legado como presidente. Al menos era lo que yo me imaginaba con mi chaqué a medida y una sala llena de accionistas, periodistas y altas alcurnias con quien codearme.

Las mesas estaban reservadas y la mía estaba a pocos metros del escenario, me había quedado un tanto fuera los días anteriores del mundo real por petición de mi abogado, puesto que mi padre no hacía tanto que había fallecido.

En la mesa se sentaba mi abogado, otro de los accionistas mayoritarios acompañado de su exuberante mujer y cuatro personas más que no eran claramente conocidas.

Fue entre las conversaciones cuando…

Ver la entrada original 1.261 palabras más

El gato y el mendigo

El gato tiene miedo a la noche,

Maúlla a la luna con reproche

Pues no se contempla llena;

Y solo con su luz plena

Quiere su abrazo… cual broche.

El gato tiene miedo a los ratones,

Juguetea con mariquitas y mariposas

Que entre la hierba tranquila, reposan.

No es felino el gato sin ilusiones.

Se ve libre, con siete vidas, pero perdido.

Se ve hablando solo a sus maullidos

Y entre malezas reposa temeroso y escondido.

Más un perro se le acerca con sus ladridos

Y el gato sale bufando al desconocido.

El perro dentro de lo extraño… se hace su amigo,

Y así los ratones y el perro serán su abrigo.

De un gato que no es felino pues tiene miedo a las alturas,

No es cazador de sus presas por no causarles heridas duras.

Mientras… siguen su aventura bajo un campo de trigo,

Y ha decidido adoptar a las ratas, el perro y el gato… un buen mendigo.

Cerebro.

Un cerebro protegido

Un envoltorio que siente

Dejando más que evidente

Que es, el que mueve los hilos.

Neuronas que son nutridas

De experiencias y enseñanzas,

En un zip, son comprimidas.

Motivo para alabanzas.

Una nuez alimentada

Un gris lleno de colores;

Una memoria obligada

Agenda en ático, motores.

Se hace dolor en cabeza

Convirtiéndose en migraña

Ser poeta, la proeza

De pescar pez, sin caña.

Perforadora doliente

Que  me oprime pensamientos;

Hasta el ruido de la gente

Paraliza movimientos.

De una mente limitada

De un envoltorio dolido.

Pelota con la patada

Que provoca el estallido.

Así con la cefalea

Os conté solo el quejido

De escribir, con la pelea;

Poeta loco en un descuido.

Hacerse historia

Se convierte en historia

Mis ganas, mi pena y mi gloria,

De alcanzar cada tiempo en mi memoria.

Una leyenda de uno más en este mundo

Que hace y elige como desea su rumbo,

Con pasos certeros y algún indeseado tumbo.

Se convierte en el enlace de los minutos, camino de las horas.

En ese vivir de una caducidad incierta que con placer demoras,

Siendo un salto al vacío que no conoce sus movimientos de ajedrez,

Para que después de muchas jugadas pensadas…

El jaque mate, arrastre en muerte tu vejez.

Se convierte en historia aquello que se grabara en corazones.

Lo que deja la marca en la materia gris, guardando posiciones;

Pues permanecerá en un infinito de remembranza.

Siendo para genética, amigos, queridos… motivo de alabanza,

Las acciones producidas en la vida con templanza,

Las que sacaron en muchos las emociones,

Aquellas que mantuvieron en esa bella historia la esperanza,

De una vida como colores de estaciones, que un día…

Finalizaron esa historia, alzando el vuelo como alma en danza.